Cuando pienso en cómo será mi futura clase y qué normas
establecería en ella, se me ocurre lo primero, crear un ambiente relajado y
participativo. Creo que para aprender un idioma, que es mi especialidad, cuanto
más natural sea el ambiente, mejor es el aprendizaje. Por supuesto, dentro de
ese ambiente menos estricto de lo habitual, mantendría un orden.
Pondría como normas de convivencia básicas:
-El respeto: entre los alumnos y hacia el profesor. Aquí
entraría el respeto al turno de palabra también.
-La igualdad: intentaría reducir las posibles diferencias
que pudiera haber entre los alumnos.
-La no violencia: en caso de que surgiera algún conflicto,
deberá solucionarse en el momento y mediante el diálogo de forma tranquila y
moderada.
-La responsabilidad: cada alumno debe hacerse responsable de
sus actos. Deben aprender a cumplir con sus compromisos.
-Limpieza y cuidado de los materiales en el aula.
Sin embargo, no pondría ninguna norma que impidiera comer o
beber (siempre que no sea alcohol, claro) siempre que se comprometan a mantener
el aula limpia. Tampoco impondría sentarse correctamente ya que tengo la
intención de crear un aula de ambiente relajado y donde la comunicación y
participación son esenciales, permitiría que los alumnos se agrupasen como
quisieran e incluso les permitiría sentarse en el suelo si así lo
quisieran. Todo esto, repito, si se
comprometen a ser responsables, respetuosos y limpios. Si en algún momento alguna de estas normas
impidiese el correcto funcionamiento de la clase o fuera un problema para la
dinámica del aula provocando comportamientos disruptivos, tomaría medidas más
estrictas.
Por lo demás, en asuntos de motivación, trabajo constante y
participación en el aula, creo que es responsabilidad del profesor lograr esos
objetivos respecto a sus alumnos, más que ninguna norma de comportamiento en
clase.
En resumen, desde el principio confiaría en mis alumnos y no
dudaría de su capacidad de madurar y de convivir correctamente dentro del aula,
pero si por algún motivo me demostrasen lo contrario, no tendría problema en
imponer unas normas más estrictas. Aunque no quiera ser una profesora
dictatorial o chapada a la antigua, no significa que deje de tener autoridad
sobre mis alumnos.
Hola Marina!
ResponderEliminarMe han gustado mucho tus normas para el aula, las mías son prácticamente iguales. Estoy 100% de acuerdo con que no hay nada malo en el hecho de comer y beber en clase siempre que se haga moderadamente y con respeto. También me gusta lo de poder estar en el suelo, yo tuve un profesor que dejaba hacer todo eso y era de los más queridos por los alumnos (y sus clases estaban genial en todos los aspectos). Desde luego el aula tiene que ser un lugar de trabajo, pero que sea cómodo para todos y donde haya buen ambiente.
Un saludo!